Interés General |
Acido Fólico y Embarazo |
Autor: Lic. Ana María Pertierra
El ácido fólico es una vitamina que tiene un rol en forma conjunta con la vitamina B 12 en la síntesis de ácidos nucleicos. Deficiencias en algunas de ellas pueden causar degeneración nerviosa irreversible. También la forma reducida, el ácido dihidrofólico, es una coenzima que actúa en el metabolismo de los aminoácidos. Su déficit produce anemia megaloblástica similar a la de la deficiencia de vitamina B 12. Se sabe que el tratamiento con ácido fólico durante el embarazo previene de defectos del desarrollo embrionario relacionados con la maduración del tubo neural. Se consideran responsables de estos defectos ciertos errores metabólicos tal como la mutación C677T en el gen de la 5,10-metilentetrahidrofolato reductasa (MTH-FR) que da como resultado una enzima termolábil y que es considerado un factor de riesgo de espina bífida y anencefalía. Este riesgo es mayor si tanto la madre como el hijo presentan esta mutación en doble dotación homocigota. El tratamiento de la mujer embarazada con ácido fólico reduce el riesgo de ocurrencia y recurrencia de defectos del tubo neural (DTN). En el reciente Congreso Latinoamericano de Nutrición llevado en la ciudad de Buenos Aires entre el 12 y 16 de noviembre último se hizo hincapié en el aporte inadecuado de ácido fólico en mujeres en edad fértil y en la importancia de ácido fólico para proteger la formación del tubo neural que sucede en etapas tempranas del desarrollo embrionario. "La salud comienza desde el momento de la concepción y probablemente antes de ella. Por ejemplo, el efecto positivo del ácido fólico no fue ostentable, a pesar de muchas investigaciones científicas, hasta que las suplementaciones se hicieron antes del embarazo" expresó el doctor Ricardo Uauy de la Universidad Nacional de Chile (INTA). Las principales fuentes alimenticias de ácido fólico son: los cereales (37,3 %), los vegetales (27,9 %), las frutas (12,7 %), las carnes (12,5 %0 y los lácteos (7,9 %). Un trabajo presentado en el Congreso en forma de póster por la licenciada en nutrición Laura López y colaboradoras de la Cátedra de Nutrición Normal I del Instituto Univeersitario Fundación H. A. Barceló de Buenos Aires, evaluó la ingesta de ácido fólico en un grupo de estudiantes universitarias. En la Argentina no se cuenta con información acerca de la ingesta de dicho nutriente, por tal razón y mediante un autorregistro se evaluó el consumo de folato dietético equivalente en una población de estudiantes mujeres con edades comprendidas entre 18 y 28 años. Se trabajó según las Ingestas Dietéticas de Referencia (IDR) de la Academia Nacional de Ciencias de USA 1998. La conclusión reveló una ingesta deficiente de folatos en la casi totalidad de la población estudiada. Teniendo en cuenta que la población estudiada podría considerarse "privilegiada" debido a su nivel socio-económico y cultural, sería necesario extender la investigación a otros grupos de población susceptibles de esta deficiencia. El aporte inadecuado de ácido fólico en mujeres en edad fértil predispone a una mayor prevalencia de alteraciones del tubo neural del neonato. Es por ello que las guías federales norteamericanas han incrementado la cantidad de ácido fólico que debe añadirse a los granos fortificados. Debido a que los cereales constituyen la principal fuente de folatos en la alimentación, la fortificación de los mismos con la vitamina constituye una eficaz medida preventiva. En nuestro país no existe obligatoriedad de fortificar alimentos con ácido fólico. Por tal motivo el consejo de los científicos es el suplemento vitamínico de la embarazada junto con programas de difusión de buenos hábitos alimentarios. Considerando que la modificación de hábitos alimentarios constituye una medida de eficacia a largo plazo, debería considerarse a nivel de políticas sanitarias la posibilidad de fortificar por ejemplo las harinas, alimento de consumo masivo, para prevenir déficit alimentarios de micronutrientes. |