Interés General
Plantas medicinales:
retorno al uso de productos
de origen natural

El uso de plantas medicinales por vía de la tradición y de la trasmisión oral se ha revalorizado. Este conocimiento, rescatado de culturas aborígenes, ha despertado el interés de los científicos. Líneas de investigación en este campo pretenden garantizar el control de calidad, la eficacia y la seguridad de sus principios activos



Autor: Ana María Pertierra

La fitoterapia es la ciencia que estudia la utilización de los productos de origen vegetal con finalidad terapéutica ya sea para prevenir, atenuar ó curar un estado patológico

Según la OMS se define como planta medicinal a cualquier planta que en uno ó más de sus órganos contiene sustancias que pueden ser utilizadas con finalidad terapéutica ó que son precursores para la hemisíntesis químico-farmacéutica. La droga vegetal es la parte de la planta medicinal utilizada en terapéutica por ejemplo, Valeriana officinalis, Digitalis lanata ó Cephaelis ipecacuanha son plantas medicinales que proporcionan respectivamente las siguientres drogas vegetales: raíz de valeriana, hoja de digital y raíz de ipecacuana.

Y los principios activos son las sustancias responsables de la acción farmacológica, tal como los valepotriatos y el ácido valerénico, principios activos de la raíz de valeriana, los heterósidos cardiotónicos como la digoxina y los lanatósidos de la hoja de la digital lanada y la emetina de la raíz de ipecacuana.

El hombre hizo uso de las plantas medicinales desde el inicio de su historia en la tierra. A través del tiempo con el conocimiento rescatado de las culturas amerindias sumado a la tradición herborista de los pueblos centroeuropeos, la práctica fitoterápica se mantuvo hasta fines del siglo XIX. A partir de la Segunda Guerra Mundial y con el advenimiento de la síntesis química, la fitoterapia se fue dejando de lado. Los medicamentos obtenidos por síntesis química comenzaron a tener una amplia aceptación, tanto en el ámbito farmacéutico como en el médico.

Sin embargo, y en especial a partir del desgraciado episodio ocurrido con la talidomida en la década de los años 50 ( hecho que motivó la creación de los primeros Comités de Farmacovigilancia ) comienza a resurgir el interés por parte de los investigadores hacia los productos naturales. A partir de la década del 60 el Instituto Nacional de Salud norteamericano sale a la búsqueda de principios activos que sean útiles en especial en Oncología.

Paulatinamente se fueron descubriendo moléculas no sólo útiles en oncología sino también en enfermedades infecciosas, digestivas e inmunitarias. Así fue como los modernos métodos de biotecnología y biología molecular utilizados en los productos de síntesis también fueron aplicados a los productos naturales.

En las dos últimas décadas se ha retornado al uso de los productos de origen natural en terapéutica. El desarrollo de nuevas formas de preparación y administración de las drogas vegetales así como el mayor conocimiento químico, farmacológico y clínico de las mismas, junto con el descubrimiento de graves efectos secundarios en fármacos de síntesis, han contribuido al desarrollo de la fitoterapia.

Si bien los productos fitoterápicos suelen tener márgenes terapéuticos más amplios y dar menos efectos secundarios que los fármacos sintéticos, natural no es sinónimo de inocuo.

"La demanda real de fitofármacos o productos naturales por parte de los pacientes que no se ven satisfechos con la medicina ortodoxa, por un lado, y la de los laboratorios que trabajan con plantas medicinales de profesionales idóneos en este campo, por el otro, nos motivó a organizar un Magister en Plantas Medicinales. Este Magister está reconocido por la CONEAU y es el único magister en plantas medicinales en la Argentina y para Sudamérica" explica la doctora Marta Teresa Najera profesora de la Cátedra de Farmacobotánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad Nacional de La Plata.

Esta especialización, que en un principio fue pensada para capacitar a egresados de la carrera de Farmacia, se extendió luego a bioquímicos, biólogos, ingenieros agrónomos y médicos. "En este momento este posgrado está dirigido a todos aquellos que tuvieran interés en trabajar con plantas medicinales y que no estaban consideradas fehacientemente en sus respectivas carreras" agrega la doctora Najera.

Al igual que en los demás medicamentos, también en los preparados fitoterápicos es necesario garantizar su calidad, seguridad y eficacia.

En cuanto a la seguridad, muchas drogas provienen de la Medicina Tradicional y han sido utilizadas durante siglos, lo cual proporciona cierta garantía de su inocuidad, principalmente en lo que a toxicidad aguda se refiere. Sin embargo, no debe descartarse la posible aparición de toxicidad o de efectos secundarios indeseables para los productos fitoterápicos por el solo hecho de ser de origen natural.

La eficacia se comprueba a través del conocimiento de los principios activos de la droga, los ensayos farmacológicos experimentales y principalmente los ensayos clínicos.

"La OMS establece prioridades respecto a la obtención de principios activos y esto se debe a las necesidades que va teniendo la población, por ejemplo, el uso indiscriminado de antibióticos ha generado resistencia bacteriana y una de las fuentes alternativas de obtención de nuevos medicamentos es a través de las plantas medicinales" explica el doctor Luis Bruno Blanch profesor de la Cátedra de Química Medicinal de la carrera de Farmacia de la Universidad de La Plata y actual director del Magister en plantas medicinales.

Es fundamental que los profesionales de la salud (médicos, farmacéuticos, bioquímicos, químicos, entre otros) tengan un conocimiento correcto de las plantas medicinales, sus principios activos, usos, aplicaciones, efectos adversos o tóxicos e interacciones con otros fitomedicamentos o productos de síntesis. De esta manera la fitoterapia ocupará el lugar que le corresponde y tendrá un nivel científico que garantice a quienes recurran a ella la seguridad y certeza de que se trata de una ciencia respaldada por todos los estudios y métodos de los que dispone en la actualidad la ciencia.

"Es una obligación de la Universidad, desde el punto de vista del conocimiento, capacitar profesionales en el manejo de plantas medicinales, y a su vez preservar la biodiversidad descubriendo y protegiendo las reservas naturales como fuente de posibles nuevas estructuras con acciones farmacológicas específicas" concluye el doctor Blanch.