Salud
Servicios de Salud en Argentina: situación actual y tendencias

El Cuidado de la Salud en la República Argentina, los Servicios de Salud y toda la estructura del Sistema de Salud Nacional ha sufrido (y sigue sufriendo) durante el año 2002, una profunda crisis, motivada por los enormes cambios políticos, económicos y sociales que ocurrieron desde fines del año 2001

Por: Dr. Ignacio Szapira - Secretario Técnico de Argentina Salud Comunidad Económico Social

En efecto, como consecuencia de los acontecimientos políticos de fines del año pasado (caída del Poder Ejecutivo Nacional, sucesión de presidentes provisionales hasta la asunción del actual presidente Eduardo Duhalde, definido por él mismo como de transición), y los consecuentes cambios económicos ("pesificación" de la economía con una fuerte devaluación de la moneda con respecto al dólar, retención de los depósitos bancarios, colapso de la economía y de la producción de bienes y servicios), la sociedad toda se vio sometida a un brutal cambio en las condiciones de vida. El sistema de salud no permaneció ajeno a esta situación y por lo tanto presentó cambios y condicionamientos que implicaron ajustes, recortes y formas de adaptación a la nueva situación que de manera alguna son los definitivos, sino que se seguirán produciendo hasta que se logre un equilibrio que permita funcionar normalmente.

El cuidado y la atención de la salud de la población en Argentina se ha visto resentido por una serie de causas que podemos sintetizar de la siguiente forma:
  • Razones macroeconómicas motivadas por la devaluación de la moneda. Esto hace que los medicamentos, insumos, equipos y toda la tecnología médica importada haya aumentado su costo hasta valores que hacen muy difícil (y en ocasiones imposible) su acceso. Se produjeron aumentos de hasta un 300% en el costo de estos productos. Por esta razón, los Servicios de Salud no pueden reponer ni actualizar equipamiento médico, se dificulta el acceso de la población al medicamento e insumos médicos, etcétera.
  • Con un porcentaje del PBI del 8% destinado a salud, representado por U$D650 por habitante por año en 2001, se pasó luego de la devaluación a menos de U$D200 por persona por año en 2002.
  • Razones microeconómicas, principalmente la importantísima disminución del poder adquisitivo de la población. Sumado a esto un fuerte aumento del desempleo y el trabajo informal (cuentapropismo, flexibilización laboral, trabajo sin declarar que no provee los aportes a la seguridad social, etcétera).
  • Como consecuencia del punto anterior, ha aumentado notablemente el número de personas sin cobertura de Seguro de Salud (Privado y voluntario, como el caso de los Sistemas Prepagos y Seguros, o el Público y obligatorio, como las Obras Sociales del Sistema de la Seguridad Social ligado al empleo). Este sector de la población (actualmente sin la cobertura de un seguro de salud), que habitualmente se atendía en establecimientos privados y con profesionales privados se ha volcado masivamente a los Hospitales Públicos (Estatales), en busca de la resolución de sus necesidades sanitarias.
  • El Sector Estatal de la Salud (Hospitales Públicos), se ve desbordado por la masiva demanda de atención de la población sin seguro de salud (indigentes, pobres, desempleados, clase media con escasos recursos económicos, etcétera). El Sector Privado de la Salud (Hospitales Privados), se ve desfinanciado por la disminución de la población con cobertura de salud que habitualmente se asistía en este segmento (Seguros Públicos o Privados), y por la disminución y morosidad en los pagos por parte de los Seguros Públicos (Obras Sociales).
  • Ambos Sectores (Estatal y Privado), se encuentran con fuertes inconvenientes motivados por la sobredemanda en un caso y la subutilización de los recursos en el otro. Por otra parte, el elevado costo de los insumos médicos (medicamentos, material descartable, prótesis, equipamiento, etcétera), los afecta por igual en la posibilidad de brindar un servicio de calidad médica.
  • Ambos sectores (Estatal y Privado), se encuentran ante el desafío que supone la atención de patologías reemergentes que creíamos superadas y en el olvido y que hoy están en aumento (desnutrición infantil, enfermedades carenciales perinatológicas, tuberculosis, lepra, parasitosis, SIDA, etcétera), junto a las tradicionales enfermedades del ?primer mundo? (enfermedades cardiovasculares, cáncer, accidentes, que a pesar de todo, siguen siendo las principales causa de morbimortalidad en Argentina).

Luego de este breve resumen de la situación actual del sector, cabe dedicar un espacio a lo que está ocurriendo en estos momentos y cual es la respuesta del Sistema de Salud en su conjunto para enfrentar esta inédita crisis.

En primer lugar se ha creado la conciencia que por la particular estructura del Sistema de Salud (no es un sistema único sino que está compuesto por un Subsector Estatal y un Subsector Privado, tanto en su aspecto estructural como en su forma de financiamiento), no es posible una solución sectorial o aislada, sino que deben unirse los recursos y esfuerzos de ambos para hacer frente a la crisis.

Esta fragmentación del Sistema de Salud obra en contra de la rápida respuesta que la gente necesita, por lo que resulta urgente el dialogo sincero y la unificación de objetivos entre los subsectores que lo integran.

El sector privado (específicamente la Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados –CONFECLISA- afiliada a la FIH - ) está trabajando intensamente con el Ministerio de Salud para elaborar planes de emergencia basados en la cooperación mutua, comenzando con aspectos prioritarios del cuidado de la salud tal como un Programa Materno Infantil para el cuidado de la salud de la mujer embarazada, el parto y el niño en su primera infancia.

En caso de concretarse, sería el primer ejemplo de la utilización racional de los recursos del Sector Estatal y el Sector Privado en forma cooperativa para lograr ese objetivo común que es satisfacer las necesidades de salud de la población.

En forma simultánea, la Cámara Argentina de Empresas de Salud –CAES- otra entidad afiliada a al FIH-, trabaja activamente para hacer más eficiente el trabajo del sector, con un criterio de efectividad y calidad, con permanentes programas de Mejora de la Calidad (forma ideal de lograr bajar los costos sin afectar los resultados médicos), en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud, invitada a nuestro Congreso Anual, en el cual este año se brindó homenaje a los 100 años de esta Institución.
En definitiva, la respuesta a la crisis es, por parte de nuestro sector una actitud proactiva: la organización, la capacitación del recurso humano, la mejora de la gestión, los programas de calidad, la acreditación de los servicios de salud, la cooperación y colaboración con el sector estatal.

Por parte del Sector Estatal se impone la toma de decisiones de peso:

  • Definir a la Salud como una política de estado, no simplemente declamatoria sino ejecutiva.
  • Asegurar el financiamiento para la salud en Sector Estatal (Hospitales Públicos), en forma genuina y no compitiendo con el Sector Privado por la obtención de recursos provenientes de la atención de la población con cobertura (seguros de salud).
  • Asegurar el financiamiento de la Seguridad Social (Obras Sociales), completando y complementando el mismo con recursos del Tesoro o de Rentas Generales en el caso que los propios (provenientes del la relación laboral), no alcancen.
  • Avanzar en el trabajo colaborativo con el Sector Privado, utilizando los recursos instalados y no creando nuevas estructuras donde Ya existen y están ociosas.

Finalmente, todo el Sistema de Salud Argentino, una vez que se establezca como una Prioritaria Política de Estado, debe encarar la Reforma del Sistema de Salud, tomando como eje del mismo al hombre: hacer un sistema de Salud al servicio de la gente.