Salud
Genética
El uso de terapia génica supondrá un gran avance para la producción de tejidos vivos

El uso de la ingeniería tisular en las técnicas de trasplante, los nuevos biomateriales y sustitutos óseos, así como los problemas de los aloinjertos, han sido los tres ejes principales sobre los que se ha centrado el XXIX Simposio Internacional de Traumatología y Ortopedia Fremap que se ha celebrado en Madrid. Las ventajas de las últimas técnicas y la superación de obstáculos presentan un panorama prometedor. 

La conjunción de un cultivo celular, extraído del propio paciente, y un biomaterial, que puede ser un sustituto óseo o una estructura biorreabsorbible, asociados a factores de crecimiento y de diferenciación, da lugar a la creación de un tejido vivo. "Incluso se puede llegar a más gracias al uso de la terapia génica, última frontera de conocimiento en ingeniería tisular, mediante la cual se puede obtener un tejido que crezca con más rápidez", ha explicado Felipe López-Oliva Muñoz, organizador del XXIX Simposio Internacional de Traumatología y Ortopedia Fremap. Se presenta así un panorama muy prometedor.
 
Aunque este campo se encuentra todavía en fase de experimentación, ya se están dando los primeros pasos para la obtención de tejidos musculoesqueléticos. En este sentido y según López-Oliva, "un equipo de investigación de Boston ya ha conseguido crear falanges humanas mediante ingeniería tisular y terapia génica, a raíz de unas pocas células".
 
La construcción de tejidos vivos y celulares de forma artificial, que se constituye como la práctica más novedosa del panorama traumatológico y ortopédico, ha centrado una de las mesas redondas del simposium organizado por la Fundación Mapfre Medicina, en el que se ha tratado, entre otros aspectos, la obtención de factores de crecimiento procedentes de las plaquetas. Uno de los pioneros en el uso de los factores es Pedro Guillén, de la Clínica Cemtro, de Madrid. "Se extrae sangre al paciente, se centrifuga y se obtiene el plasma que porta los factores de crecimiento de todo tipo, igual de endotelio, músculo o hueso", ha explicado el experto en su intervención en el simposio. 

Muchas ventajas

Entre las ventajas que presenta el sistema de obtención de plaquetas desarrollado por el bioquímico estadounidense Andrew Hood, de la Johns Hopkins, se encuentran la anulación del riesgo de rechazo, ya que las plaquetas proceden del propio paciente, así como su bajo coste económico y su simplicidad.

"Los factores de crecimiento estimulan el hueso, curan fracturas, o defectos óseos donde se haya perdido tejido y se tenga que regenerar. Asimismo, reducen el riesgo de infección y de transmisión de enfermedades, acelera la curación no sólo de fracturas y de tejido óseo, sino también de músculos, tendones, articulaciones, e incluso sirve para cartílago", ha añadido el doctor López-Oliva.

Otro de los aspectos tratados durante el encuentro ha sido el uso de biomateriales y de sustitutos óseos. Hasta ahora, cuando se presentaba un defecto óseo o se necesitaba aportar hueso al paciente, se utilizaba un autoinjerto procedente de la cresta ilíaca. "Ahora encontramos gran cantidad de productos, algunos ya disponibles en el mercado, que sustituyen al autoinjerto permitiendo eliminar sus dos grandes desventajas: por un lado, la morbilidad del paciente y por otro, la limitación de la cantidad", ha añadido López-Oliva.

La problemática que durante años ha supuesto el uso de aloinjertos ha sido el eje de otras ponencias. La reducción de la elevada tasa de infección, de rechazo y la dificultad de almacenaje y de disponibilidad son los principales objetivos que persiguen los expertos. Es sobre todo preocupante el peligro de transmisión de enfermedades víricas como el sida.

Según Miguel García Munilla, jefe del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatológica del Hospital Asepeyo, en Coslada, Madrid, "lo que se pretende es poder conseguir un injerto estéril, libre de virus y que, a su vez, conserve las características biológicas y la capacidad biomecánica de un hueso normal".

Medidas preventivas

La principal medida de prevención para el contagio de enfermedades por trasplante de aloinjertos es el estudio de la historia clínica de los pacientes que van a ser donantes. "La probabilidad de transmitir, por ejemplo, el virus del sida a través de un aloinjerto es de una por cada diez millones", mucho menor que por transfusiones sanguíneas, ha añadido García Munilla.

Hoy en día la tecnología que permite tener injertos estériles supone una de las grandes ventajas que van a permitir el uso de aloinjertos en cirugía traumatológica y ortopédica. Además, la mejora de las capacidades de este tipo de trasplantes "mediante proteínas morfogenéticas, ingeniería tisular, cultivos celulares y terapia génica, va a suponer un cambio sustancial", ha añadido el experto.

Fuente: Diario Médico de España