El Director
del Procal fue acreditado por el Gobierno porteño

La Fundación Bioquímica Argentina cuenta
con la acreditación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para
el dictado de los Cursos de Manipuladores de Alimentos en el ámbito
geográfico de la misma.
Con fecha diciembre de 2003 el Dr. Héctor Pittaluga, Director del
PROCAL, ha sido acreditado ante el Gobierno del Ciudad de Buenos Aires
como capacitador de manipuladores de alimentos bajo el número 01-000000005
por Disposición 00448/DGHySA/2003
Como consecuencia de ésta acreditación a partir de enero
de 2004 se iniciará el dictado de los cursos en la sede de la Institución.
Ley con beneficios adicionales
Curso Manipuladoresde Alimentos
-Se trata de una ley nacional. El Código Alimentario
Argentino (CAA) , ley 18284, establece en su artículo 21 que toda
persona que tramite su Libreta Sanitaria y que además trabaje en
cualquier etapa de la cadena alimentaria debe contar con un Curso de Manipuladores
de Alimentos.
-Este curso será dictado por la autoridad Sanitaria
Jurisdiccional, que en el caso de la Pcia de Buenos Aires es el Ministerio
de Salud, o también aquellas personas físicas o Instituciones
que acrediten con sus antecedentes curriculares la capacidad suficiente
como para poder dictarlos.
-En relación a este punto, la Fundación
Bioquímica Argentina, a través del PROCAL, Programa de Control
de Alimentos, se encuentra acreditada por el Ministerio de Salud de la
Pcia. de Buenos Aires desde el año 2001 bajo el Nº de Registro
0011, por resolución Ministerial Nº 837/01
Consideraciones
Además de tratarse del cumplimiento de una Ley Nacional, se pueden
realizar las siguientes consideraciones:
-El manipulador de alimentos tiene una responsabilidad LEGAL muy importante
que se mantiene oculta o nunca se tiene en cuenta, pero en definitiva
la responsabilidad legal existe. Supongamos el caso de un alimento contaminado
y que le provoque una enfermedad a la persona que lo ingiera. Esta persona
podrá en primer lugar accionar y demandar al comercio que expendio
ese alimento pero también será responsable en línea
directa el manipulador de alimento que participó en la elaboración
del mismo.
-Otro aspecto a tener en cuenta es que la “mala calidad de los alimentos”
por su inadecuada manipulación provoca en forma directa una contaminación
y consecuentemente la población que consume estos alimentos se
enferma. La enfermedad de la población es cubierta por salud pública
de cada municipio o gobernación. Este es un gasto prevenible y
muy importante. Sin considerar además los gastos indirectos como
días no trabajados y perjuicios adicionales.
-Por último y no por ser menos importante, la
mala calidad de los alimentos por su inadecuado tratamiento, falta de
conservación, fallas en el transporte o en su conservación,
trae como consecuencia inmediata que se pierdan alimentos por perder sus
cualidades anticipadamente. Esta perdida de alimentos se traduce en perdida
de dinero que los empresarios que elaboran alimentos sin poder cuantificar,
pierden día a día. La implementación de sistemas
de calidad no aumentan el gasto, lo que nunca se evalúa es el costo
de la NO CALIDAD que es mucho mayor.
“La capacitación realizada desde hace tres
años consecutivos en Villa Gesell ha aportado resultados positivos
en la salud
de la población”
Ver estadisticas
Coprocultivos
Uno de los beneficios más significativos con respecto
a la capacitación en la manipulación de los alimentos es
provocar en forma indirecta una mejor en la calidad de vida de la población,
que comerá alimentos sanos y consecuentemente se enfermará
menos.
También sabemos que el síntoma más característico
de una enfermedad de transmisión alimentaria, ETA, es una diarrea,
que podrá venir acompañada con otras complicaciones, pero
que definitivamente en un alto grado de probabilidad proviene de éste
tipo de enfermedades.
Luego de tres años de haber capacitado cerca de tres mil personas
en Villa Gesell como Manipuladores de alimentos, hemos estudiado el comportamiento
de éste tipo de síntoma en el Hospital de Villa Gesell recogiendo
resultados muy alentadores.
Se solicitaron los datos sobre la cantidad de coprocultivos realizados
durante todo un año en el Hospital de Gesell, que provenían
de diarreas tipo alimentarias.
Durante el año 2001, antes de la capacitación, nos encontramos
con datos como que se habían realizado en el laboratorio del Hospital
261 coprocultivos, de los cuales, en seis se aisló Salmonella,
en dos Shigella y en once Escherichia Coli enteropatógena.
Un año después, en el 2002, la cantidad de coprocultivos
solicitados fue de 100, mucho menos que el cincuenta porciento del pasado
año. Además no hubo aislamiento de Salmonella, se encontró
un solo caso de Shigella y solamente dos casos de Escherichia Coli enteropatógena
de los 11 del año pasado.
En el año 2003 y hasta septiembre las cifras reportadas mantenían
los mismos valores del año anterior con la diferencia que hasta
esa fecha no se había aislado ningún caso de Shigella.
En el gráfico siguiente podremos observar claramente los resultados
obtenidos.
Conclusión: la comparación realizada nos refleja la influencia
que ha tenido la capacitación en la manipulación de alimentos.
El resultado obtenido marca claramente que más del cincuenta por
ciento de personas que acudían al Hospital por éste tipo
de patología ya ahora no lo hicieron y además bajó
a cero la aparición de coprocultivos con Salmonella, principal
contaminante biológico en nuestro país. Cabe señalar,
que además de mejorar la salud de la población, debe considerarse
que se logra un menor gasto en salud para el Municipio ya que ese porcentaje
de personas que no han acudido al Hospital no han provocado ningún
gasto para la salud pública.
El trabajo fue realizado por la Dra. Mabel Sarmiento, Directora de Bromatología
de Villa Gesell y el Dr. Héctor Pittaluga, Director del PROCAL,
Programa de Control de Alimentos de la Fundación Bioquímica
Argentina.
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