Esas empresas privadas decidieron
incrementar el valor de las cuotas a sus afiliados por mayores costos,
pero hasta ahora el aumento de los fondos no se ve reflejado en una mejora
de los honorarios profesionales en la medida de lo esperado.
Las empresas de medicina prepaga le
dijeron el 20 de enero al Gobierno Nacional que el aumento decidido en
las cuotas que se aplicará a partir de febrero es “irreversible”,
se aplicará tal como estaba previsto, y según el caso, irá
del 8 al 20 por ciento.
La decisión empresarial fue fundamentada en las subas salariales
que está obligadas a conceder a sus trabajadores y en un incremento
de los costos, pero hasta el momento, los bioquímicos no hemos
obtenido de las prepagas un reconocimiento en la elevación de los
costos de laboratorio que implicó la devaluación y sólo
se han obtenido mejoras mínimas, cuando se esperaba una recomposición
arancelaria de al menos el 50 por ciento.
A la luz de la aplicación por parte de las empresas de medicina
prepaga de incrementos en las cuotas a los afiliados, la Federación
Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires proseguirá activamente
durante las próximas semanas con las negociaciones entabladas con
ese sector empresarial para obtener mejoras arancelarias que compensen
el incremento de los costos de laboratorio.
Esas tratativas se redoblarán porque además, existen coincidentes
versiones con respecto a que a partir del mes de marzo próximo,
las prepagas tienen la intención de aplicar un nuevo aumento de
las cuotas a los afiliados.
Debe señalarse también que la Subsecretaría de Defensa
de la Competencia anunció que controlará si las empresas
de medicina prepaga aplican “aumentos indebidos”, y fiscalizará
los contratos de esas compañías para detectar si existen
“abusos” en perjuicio de los afiliados a sus servicios.
La advertencia oficial se conoció luego de que esas empresas le
dijeran al Gobierno que el aumento decidido en las cuotas es “irreversible”,
y revelaron que, según el caso, irán del 8 al 20 por ciento.
Prácticas abusivas
En un comunicado, la Subsecretaría anunció que además
de realizar una estudio del mercado de la medicina prepaga pedirá
a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia que investigue
si existen o han existido prácticas -respecto de los aumentos de
precio anunciados- que puedan resultar violatorios de la ley de Defensa
de la Competencia.
También se anunció que se “controlará y fiscalizará”
que los contratos de las empresas contengan la debida información
respecto del precio de los servicios, su eventual modificación
y los mecanismos de notificación a los consumidores, en el marco
de la mencionada ley.
Según se indicó, dicha fiscalización buscará
“evitar modificaciones unilaterales en los contratos y situaciones
de abuso por parte de las empresas”.
En una reunión realizada en la sede de la Subsecretaría
de Defensa del Consumidor no se logró avanzar en el diálogo,
ya que las empresas anticiparon que la decisión de aumentar las
cuotas está “tomada”.
La justificaron en que es “necesario” hacer frente al aumento
de salarios dispuesto por el gobierno, y en los incrementos que registraron
los insumos del sector, que “nunca fueron compensados siquiera parcialmente”.
La subsecretaria de Defensa del Consumidor, Patricia Vaca Narvaja, le
dijo a los representantes de las prepagas que, a juicio del gobierno,
el incremento es “injustificado”, y les pidió que reconsideraran
la medida, pero no encontró eco en el sector empresario.
El Gobierno tiene potestad para intervenir en cuestiones relacionadas
con las obras sociales, pero como no existe una ley que regule a las prepagas,
se cree que la negociación ingresó en un “callejón
sin salida”.
La Resolución 9/2004 de la Secretaría de Coordinación
Técnica del Ministerio de Economía establece que en los
contratos de consumo que tengan por objeto la prestación de servicios
de medicina prepaga, comunicaciones móviles, financieros y bancarios
serán consideradas “abusivas” las cláusulas
que otorguen al proveedor la facultad de hacer modificaciones de manera
unilateral.
El Ministro
Por su parte, el ministro de Salud, Ginés González García,
salió públicamente a pedirle “responsabilidad social”
a las compañías de medicina prepaga que anunciaron incrementos
de entre el 8 y el 20 por ciento en sus cuotas a partir de febrero.
Además, el ministro reclamó a las empresas no aprovechar
el vacío legal en materia de regulación del sector para
aplicar los aumentos.
“Insto a los empresarios a que entiendan cuál es la situación
y hagan el esfuerzo que están haciendo todos los argentinos”,
enfatizó González García, quien consideró
que “es una responsabilidad social” de las empresas.
Si bien admitió que el aumento de las prepagas “está
dentro de las reglas de juego y desde el punto de vista legal puede hacerse”,
González García pidió a las empresas que “como
hay un vacío legal, hasta que se construya, que las cuotas permanezcan
con variaciones mínimas”.
“No hay que cantar victoria porque la economía mejoró,
porque todavía falta mucho”, señaló el ministro,
y consideró que “todos deben hacer un esfuerzo y no mirar
la foto del día”.
En otro orden, González García aclaró que “no
habrá ningún subsidio” para que las prepagas no aumenten
sus cuotas, porque explicó que se trata de “un sector de
ingresos medios y altos”.
Además, el ministro destacó que “el sentido redistributivo
del Gobierno es hacia quienes menos tienen”.
En tanto, el director general de Defensa del Consumidor del Gobierno porteño,
Miguel Fortuna, consideró que las cuotas de las compañías
de medicina prepaga “deben ser discutidas” en un ámbito
oficial, al salir al cruce del anunciado incremento de entre 8 y 20 por
ciento que aplicarán las empresas desde febrero.
De esta forma, Fortuna solicitó equiparar la discusión con
la que se está produciendo en la órbita de los servicios
públicos.
Fortuna cargó contra los empresarios de medicina prepaga, al señalar
que “ellos vienen siempre con el argumento de ‘no me dan los
números, tengo que aumentar”, y se quejó, además,
porque “nadie puede controlar” a las empresas de medicina
privada si incrementan las tarifas.
“Así como se hace con las tarifas de las privatizadas, en
este caso la cuota debe ser el resultado de una serie de variables”,señaló
Fortuna.
El funcionario criticó también a los empresarios del sector
de salud privada, porque “siempre dicen ‘nos van mal las cosas,
tenemos que aumentar’”.
“Los costos los arman ellos”, dijo Fortuna, y señaló
que “con la condición de ‘no me dan los números’,
cualquiera puede aumentar en cualquier momento, y eso no puede admitirse”.
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