Comer carne es uno de los
mayores placeres de la vida, sentenciaba Snoopy hace algunos años
desde las páginas de “Linus”. Pero el perro de Charlie
Brown seguramente no tenía los problemas que tiene la humanidad,
en particular los de aquellos que frecuentan los fast food norteamericanos.
Muy pronto, sin embargo, el exceso de grasas podría ya no causar
ningún temor. Es que desde los Estados Unidos nos llega la noticia
de que químicos del Departamento de Agricultura descubrieron un
compuesto —una forma de celulosa soluble denominada HPMC—
que es capaz de reducir el porcentaje de absorción de grasas del
organismo.
Durante cuatro semanas, los animales de laboratorio del doctor Wallace
Yokoyama fueron alimentados con un menú equivalente al típico
fast food norteamericano. Un segundo grupo de animales fue alimentado
en cambio de forma más sana. Al término del experimento,
mientras que el primer grupo de animales se volvió insulino resistente
(fase que antecede a la aparición de la diabetes tipo II), el segundo
se encontraba todavía en óptimo estado de salud. El experimento
fue repetido agregándole a la dieta del grupo de animales alimentados
a hamburguesa básicamente una sustancia conocida como HPMC, y lo
que se notó es que luego de cuatro semanas se encontraban perfectamente
sanos.
Según los investigadores, la HPMC, sustancia utilizada ya como
aditivo en muchos alimentos y fármacos, retarda la absorción
de grasas, impidiendo que un porcentaje elevado pueda sobrecargar al sistema
digestivo. Pero además, esta sustancia favorecería el tránsito
de las grasas hacia el tejido adiposo. Cuando se consume un alimento del
tipo chatarra, una gran cantidad de grasas es introducida en el organismo
en pocos minutos y éstas van directamente hacia el corazón,
el hígado y el páncreas en particular, en donde ocasionan
grandes daños a las células y favorecen la aparición
de enfermedades como la diabetes.
“Desde ya que cuantas menos grasas consumamos mejor nos sentiremos,
pero si queremos comer alimentos con porcentajes elevados de grasas, el
hecho de agregar HPMC puede ayudar a limitar los daños”,
subraya el doctor Yokoyama.
Según los investigadores, bastarían apenas cinco gramos
de HPMC para causar un impacto positivo sobre nuestra salud. Pero advierten
de todos modos que se necesitarán más confirmaciones para
asegurar cuáles son los efectos positivos del compuesto.
“Si bien esta investigación es muy interesante —advierte
Amanda Vesey, especialista británica en diabetes— hasta ahora
sólo se probó en animales. Tendremos que realizar otros
estudios antes de sacar conclusiones. Y aun cuando resultara ser una sustancia
exitosa no reduciría de todos modos los otros riesgos causados
por una dieta demasiado rica en grasas”.
Fuente: Diario Clarín |