Encuesta
a 50.000 familias
para prevenir enfermedades
Se está realizando en todo el país:
se apunta a medir factores relacionados con las causas más comunes
de muerte en Argentina.
Unas 50.000 familias de todo el país están siendo encuestadas
para saber si padecen o padecieron trastornos como alcoholismo, tabaquismo,
hipertensión, diabetes y colesterol, que entre otras provocan el
60 por ciento de las muertes en Argentina.
Las entrevistas que comenzaron en marzo pasado y continuarán hasta
fines de mayo están a cargo del Ministerio de Salud y Medio Ambiente
de la Nación y el Instituto Nacional de Estadística y Censos
(INDEC).
El objetivo buscado por las autoridades sanitarias es poder actuar y prevenir
sobre estos factores de riesgos, que incluye también el sedentarismo,
el sobrepeso y la mala alimentación, según se informó
en un comunicado.
El trabajo realizado hasta ahora en la zona céntrica de las provincias
de Córdoba, Entre Ríos y La Pampa está orientado
a proveer información sobre las denominadas enfermedades no transmisibles
(cardiovasculares, tumores y lesiones), que ocasionan el 60 por ciento
de los fallecimientos en la Argentina.
La Encuesta Nacional de Factores de Riesgos es financiada por Banco Mundial
y tiene un costo aproximado de 800 mil dólares.
Las familias entrevistadas son seleccionadas al azar, y las autoridades
sanitarias solicitaron la colaboración de la población para
que presten atención a los encuestadores, que además formularán
preguntas vinculadas a aspectos del ámbito laboral, educación,
vivienda e ingresos.
La encuesta es confidencial y secreta y está amparada por la ley
17.622 de secreto estadístico.
Los primeros resultados de la encuesta estarán disponibles en agosto.
La medición, que se realiza junto al INDEC y la direcciones provinciales
de estadística, tiene como objeto obtener información válida
y confiable para actuar con eficacia sobre esos riesgos y las llamadas
enfermedades no transmisibles, como son las cardiovasculares, los tumores
y las lesiones.
La encuesta, que se prolongará hasta fines de mayo y comenzó
en la zona centro -compuesta por las provincia de Córdoba, Entre
Ríos y La Pampa-, es realizada por unos 600 personas, entre encuestadores,
coordinadores y supervisores de las direcciones provinciales de estadística.
ARGENTINOS DEPRIMIDOS
Dolores de cabeza,
lumbares, musculares, abdominales y en las articulaciones son padecidos
por casi el 90 por ciento de los argentinos que sufren estados depresivos,
según conclusiones expuestas en el Congreso Argentino de Psiquiatría.
Quienes padecen estos síntomas creen que son parte de un trastorno
somático y no lo relatan al médico con quien realizan por
primera vez una consulta.
El estudio observacional fue realizado en diferentes países de
América Latina por la Asociación Psiquiátrica Americana
y se expuso en el marco del Congreso Argentino de Psiquiatría que
se desarrolló en abril en Mar del Plata.
Héctor Dueñas, médico psiquiatra miembro de esa Asociación,
destacó que los médicos de atención primaria “no
son precisos en el diagnóstico de casi el 50 por ciento de los
pacientes con trastornos depresivos y los dolores físicos se asocian
a alguna otra enfermedad subyacente y no a la depresión”.
Los datos de algunos estudios que expuso Dueñas indican que el
“66 por ciento de los pacientes que sufren depresión no solicitan
tratamiento, del 34 por ciento que sí consultan, el 65 lo hace
al médico clínico y el 35 restante al especialista en salud
mental”.
“En este contexto, del 34 por ciento de pacientes con depresión
que consultan al médico, sólo la mitad es diagnosticado
correctamente” recalcó el especialista.
Dueñas y el psicoanalista Carlos Soria, presidente de la Asociación
Argentina de Psicofarmacología, coincidieron en afirmar que los
criterios de diagnósticos en pacientes depresivos enfatizan sólo
los síntomas emocionales, como la tristeza o la falta de interés,
pero no los síntomas físicos que son cada vez más
dolorosos.
Indicaron que según estudios recientes, la falla en los neurotransmisores
que explicaría la depresión es la misma que serviría
para justificar los dolores físicos, ya que la vía nerviosa
es la misma.
“Cuando la serotonina y la noradrenalina -dos neurotransmisores-
están en niveles bajos el dolor se percibe con mayor amplitud,
en el cerebro ocurre la depresión y en la médula espinal
los dolores cervicales, lumbares, abdominales y en las articulaciones
se manifiestan con mayor amplitud”, destacaron ambos médicos.
Soria remarcó que a descubrirse esta relación entre depresión
y síntomas dolorosos “la ciencia aportó una nueva
droga -la duloxetina- que actúa en forma simultánea con
los dos neurotransmisores que producen dolor físico y emocional
y que es el instrumento más adecuado ara aliviar a los pacientes.”
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la depresión
afecta aproximadamente al 10 por ciento de la población mundial,
unas 121 millones de personas y se estima que la enfermedad se de más
en las mujeres que en los hombres.
Las estadísticas, de acuerdo a la OMS, marcan que existe una relación
que puede variar de 60 a 40 por ciento o de 70 a 30 pero “para muchos
especialistas los hombres se deprimen de igual manera que las mujeres
pero algunos lo manifiestan de manera diferente”.
Además, si bien puede manifestarse en cualquier etapa de la vida,
se incrementa con los años, mientras que para 2020 la OMS estima
que la depresión puede ser la segunda causa de discapacidad en
el mundo.
Los pacientes que se alivian de todos sus síntomas se estima entre
un 25 y un 35 por ciento, mientras un estudio publicado en el New EnglandJournal
of Medicine demostró que casi el 70 por ciento de los pacientes
diagnosticados con depresión tuvieron a los síntomas físicos
dolorosos como el principal motivo para la consulta.
“Tradicionalmente se asocia a la depresión con la tristeza,
pero la depresión posmoderna se ha corporizado, es cada vez más
un trastorno del cuerpo. Ya no es la salud del alma la que preocupa, es
el cuerpo el que se enferma”, dijo Soria.
El médico precisó que “en un alta proporción
de casos, la depresión se hipocondriza cada vez más encontramos
un paciente depresivo que no se manifiesta triste sino enfermo. El depresivo
posmoderno se siente preso de múltiples trastornos subjetivos,
son los famosos pacientes de la bolsita, es decir los que sacan todos
los remedios que vienen tomando para aliviar sus síntomas físicos”.
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