En reclamo de un mayor
presupuesto para el sistema sanitario y del pago de la deuda de siete
meses que mantiene el Pami, se decretó un paro nacional del sector
para el 15 de septiembre. Incertidumbre por las paritarias.
Entidades representativas de los distintos prestadores de salud de todo
el país, entre los que se encuentra la Federación Bioquímica
de la Provincia de Buenos Aires, anunciaron un paro nacional del sector
para el próximo 15 de septiembre, en reclamo de “mayor presupuesto”
y el “pago de la deuda que tiene el Pami con las obras sociales”.
Al anunciar la medida de fuerza, los profesionales de la salud aseguraron
que el levantamiento del paro dependerá de la “voluntad política”
de las autoridades nacionales para solucionar los problemas del sector.
Mientras tanto, el Ministerio de Trabajo de la Nación no se ha
expedido oficialmente con respecto a la presentación efectuada
por el Presidente de la Federación Bioquímica, Dr. Alberto
Torres, para que FABA pueda sumarse a la paritaria que tendrá a
su cargo discutir los sueldos de un grupo de trabajadores entre los que
se encuentran los de los laboratorios de análisis clínicos.
En la anterior entrega del FABA Informa se había indicado que a
fines de julio se debía iniciar la paritaria con los empleados
de sanidad de todo el país, sector que involucra a los aproximadamente
10.000 trabajadores, técnicos y administrativos, de los cerca de
2.000 laboratorios bioquímicos bonaerenses. Pero ante la negativa
de la cartera laboral nacional de aceptar a la CUBRA como parte de la
representación patronal, FABA había presentado formalmente
un recurso en tal sentido, sobre el cual el Ministerio aún no se
expidió.
Más allá de esa contingencia, la situación en relación
al futuro incremento salarial que se decida para el sector en el marco
de la paritaria genera una gran preocupación entre los bioquímicos
que, reconociendo incluso la justicia del reclamo de los trabajadores,
verían incrementados sus gastos a un nivel en el cual muchos laboratorios
directamente entrarían en colapso ante el peso enorme de esa carga.
No por eso se deja de reconocer que el salario promedio sigue depreciado
en relación al dólar, pero los bioquímicos no cuentan
con la financiación necesaria para afrontar la suba salarial. De
acuerdos a guarismos del INDEC, desde la salida de la Convertibilidad
a mayo último, el salario medio subió un 44 por ciento pero
en un ámbito de realidades distintas, porque mientras que en ese
lapso los ingresos de los trabajadores en blanco del sector privado aumentaron
un 70%, los de los empleados en negro lo hicieron un 20% y un 17% los
del sector público.
Por eso es que en el caso concreto del sector bioquímico, en el
cual los insumos importados, como se sabe, se dispararon desde la salida
de la Convertibilidad en una escalada que en no pocos renglones superó
incluso el cien por ciento, se torna más imperioso que nunca que
el Gobierno Nacional decida destinar fondos extras al sistema de Salud.
Sería de esperar asimismo que las obras sociales privadas, en función
de los últimos incrementos salariales y del blanqueo de un número
importante de trabajadores, todo lo cual aumentó sus ingresos,
trasladen esas mejoras a las prestaciones de salud de sus afiliados de
manera efectiva, lo mismo que las empresas de medicina prepaga que nuevamente
han subido el valor de sus respectivas cuotas.
MAYORES INGRESOS
Como se dijo, casi dos millones de argentinos recuperaron su cobertura
en obras sociales sindicales o prepagas médicas durante los últimos
meses, de acuerdo a datos brindados por el superintendente de Servicios
de Salud, Rubén Torres, situación que operó una importante
mejora de las mutuales gremiales.
El incremento registrado en el número de afiliados a obras sociales
y prepagas es del doce por ciento y entre ambos sectores de la salud ya
prestan cobertura a 17,3 millones de personas, mientras que el resto de
la población debe ser atendido por el hospital público.
Durante 2002, en plena crisis, y hasta los primeros meses de 2003, el
sistema perdió un 10 por ciento de afiliados, pero tras la recuperación,
ahora las obras sociales dan cobertura a 14,4 millones y las prepagas
a otros 2,9 millones.
A partir de mediados del 2003 comenzó a una lenta pero sostenida
recuperación y ahora el sector está “levemente por
encima de la época precrisis, con una recuperación superior
al doce por ciento”, según destacó Rubén Torres.
Los datos coinciden con un estudio de la Asociación Civil de Actividades
Médicas Integradas (ACAMI), que refleja la recuperación,
aunque advierte sobre las dificultades sectoriales para cargar con los
aumentos de costos derivados tanto de mayores y más complejas prestaciones
(PMO), como del incremento de las demandas por mala praxis y la judicialización
de la salud”.
ACAMI está integrada por prestadores y financiadores sin fines
de lucro, como la Fundación Favaloro, el Instituto Fleni, los hospitales
Alemán, Austral, Británico, Italiano y San Juan De Dios,
CEMIC, OSDE, los sanatorios Mater Dei y San José, la Fundación
Médica de Mar del Plata y la Clínica Adventista del 7°
Día.
La recuperación del sistema se percibe desde los distintos sectores.
En las prepagas médicas, los afiliados pasaron de poco más
de 2,2 millones en 2002, a 2,9 millones en la actualidad.
Las obras sociales incorporaron 900 mil nuevos beneficiarios y sus familias
en sólo dos años (entre junio de 2003 y el mismo mes de
este año).
De acuerdo con las cifras de la Superintendencia de Salud, en el 2003
el padrón de afiliados totalizaba 7.497.336 titulares.
Tras una leve recuperación en 2004, que constató 7.633.065
titulares, el aumento más notable se produjo en los últimos
meses, cuando los afiliados al sistema totalizaron 8.395.318 titulares,
con un incremento del 10 por ciento sólo para los últimos
doce meses, que alcanza a 14.469.312 beneficiarios si se incluyen los
grupos familiares.
Torres remarcó que “la mejoría notoria” en el
sistema que monitorea la Superintendencia implica además “una
disminución de la deuda de las obras sociales, que revela una mejora
tanto en el flujo financiero como en la cobertura de prestaciones”.
“Hoy -acotó- casi el 75 % de las obras sociales están
pagando en menos de 90 días. Durante el 2002 sólo el 56
% pagaba en ese plazo”.
En la Argentina hay 285 obras sociales, de las cuales 39 se encuentran
en convocatoria de acreedores. Pero de las que entraron en concurso, sólo
5 lo hicieron después de 2003, lo que también confirma la
recuperación y el saneamiento del sistema, según Torres. |