¿Enamorarse de alguien es casualidad, producto
del azar o es inevitable? ¿Uno elige a los amigos por circunstancias
externas, vivencias compartidas o hay algo más atrás de
esa química?
IUna nueva investigación científica demostró
que los genes tienen una gran relevancia a la hora de buscar amigos y
pareja. Según esta investigación, del psicólogo Philippe
Rushton, de la Universidad de Western Notario, Canadá, publicada
en la revista American Psychological Society, uno elige pareja y amigos
por una similitud genética.
El científico estudió a 633 gemelos, analizando a aquellos
idénticos (monocigóticos) y que comparten el 100 por ciento
del material genético, además de mellizos, que sólo
comparten el 50 por ciento de los genes.
El estudio incluyó cuestionarios sobre aspectos de la personalidad,
actitudes y variables sociales entre los gemelos, sus esposos y sus mejores
amigos, quienes también fueron sometidos a la comparación.
Los resultados demostraron algo asombroso. Los gemelos resultaron ser
tan similares genéticamente a sus esposos y amigos como con sus
otros hermanos.
Hasta el 34 por ciento de ellos tenía una pareja y amigos con un
genotipo semejante. En el 12 por ciento de los casos, se escogió
a los amigos y la pareja debido a factores ambientales, de desarrollo
común, mientras que en el 54 por ciento la elección se asoció
al azar, por estar en "el lugar y tiempo correctos".
Según explicó J. Philippe Rushton a La Tercera, el estudio
demuestra una tendencia general, que no sólo ocurre entre gemelos.
"Inconscientemente tendemos a buscar personas similares a nosotros,
siguiendo líneas de semejanza genética, como que la otra
persona se parezca a nosotros, tenga un rostro parecido al de nuestros
padres o hermanos, que nos cause una impresión familiar o que incluso
tenga el olor de nuestro papá o nuestra mamá", enfatizó.
A través de los sentidos es posible reconocer a las personas que
tengan el mismo tipo genético, quienes resultarían más
confiables y también serían de vital importancia para asegurar
la permanencia de los genes propios en las futuras generaciones, por sobre
otras combinaciones genéticas.
Esta teoría también esta apoyada por la psicología.
Según el neurobiólogo chileno Francisco Aboitiz, investigador
de la Universidad Católica, existe una tendencia general a buscar
personas similares. Este tipo de personas permite reafirmar los valores
y creencias que las personas tienen, se sienten más seguros y,
en general, no tienen mayores conflictos, porque piensan relativamente
parecido.
En su opinión, lo interesante del estudio es que rescata la importancia
de que las mismas condiciones evolutivas que se han desarrollado por siglos
en la naturaleza y en otras especies, en cuanto a la formación
de clanes o la búsqueda de parejas reproductivas, también
se aplican en la vida cotidiana y en la sociedad humana. Es decir, las
personas se siguen encontrando de acuerdo con líneas.
Fuente: La guia medica - Venezuela |