Interés General

En cambio, persiste la mala alimentación

Se registran menos casos de desnutrición aguda en hospitales


En diversas recorridas por centros pediátricos se detecta que hay menos internaciones. Explican que esto no significa que no existan problemas alimentarios en chicos pequeños.
También en las provincias hay dos realidades. Una es la que viven los chicos de las ciudades capitales y otra la de los niños que habitan en parajes aislados, y que asisten a escuelas rurales.
Los informes de los gobiernos de cada provincia a los que accedieron los corresponales de LA NACION señalan que bajó la desnutrición aguda (el hambre endémico). Estos datos oficiales fueron confirmados mediante recorridas por hospitales de niños y pabellones pediátricos de los principales nosocomios.
La mayoría de los directores de los centros de salud señaló que, si bien habían tenido casos durante el corriente año, en este momento, había bajado la incidencia de la desnutrición aguda. Ocurre que cuando el problema no es el hambre sino la mala nutrición, efectos como la disminución de talla o la baja en el rendimiento intelectual, no desembocan necesariamente en una consulta médica.
En Catamarca, por ejemplo, la desnutrición crónica (la mala nutrición) alcanza a un 4 por ciento de la población menor de seis años. Son unos 46.000 niños, según Juan Carlos Carabajal, profesional de Maternidad e Infancia de la provincia, que considera que la incidencia es relativamente baja, pero obliga a la provincia a estar en estado de alerta permanente. El director del Hospital de Niños, Mario Marcolli, destacó que en ese centro de salud no se están registrando actualmente casos de desnutrición.

Un cuadro desolador


En Santiago del Estero, al llegar la intervención federal encabezada por Pablo Lanusse, se encontró con un cuadro desolador en cuanto a los números de mortalidad infantil y de embarazos de adolescentes.
LA NACION tuvo acceso en esa provincia a los números de marzo último. Para el primer cuatrimestre se registraron 11.952 chicos de 0 a 5 años con cuadros de desnutrición, lo que podría aumentar si se toma en cuenta que en muchos lugares los caminos de los parajes del interior se hacen inaccesibles y muchos chicos se mueren sin recibir atención médica ante la resignación de sus padres. Muchos de esos casos, por cierto, no quedan registrados.
Para ese mismo mes el hospital de niños Eva Perón de la capital provincial registraba un total de 27 chicos internados. De ellos, 12 padecían desnutrición leve; siete, desnutrición moderada; seis, desnutrición severa no especificada, y dos, desnutrición no especificada.
En Formosa, las autoridades anunciaron una baja en la desnutrición infantil: del 12,4% de 2003 se pasó al 7,7% en la actualidad. Antonio Pereira, pediatra del hospital de la Madre y el Niño, reconoció que se presentan casos de malnutrición, pero atribuye la baja a la desparasitación de 180.000 chicos y a la distribución de cajas con alimentos en toda la provincia. También a la incorpotación de la Nutrisopa.
En Misiones, dismimuyó la mortalidad infantil por desnutrición, según datos del Ministerio de Salud provincial. De 62 defunciones registradas en 2002, el número bajó a 55 en 2003 y a 42 el año último. Según esa información, los grupos de riesgo se ubican entre uno y cinco años, aunque la mayoría de las muertes ocurrieron antes de cumplir 12 meses de vida.

Fuente: diario La Nación
 

Interés General