La diputada nacional del
ARI, Graciela Ocaña, asumió una nueva intervención
del Instituto y hasta ahora no ha respondido los pedidos de audiencia
formalizados por FABA para tratar el pago de la deuda y una recomposición
de los valores capitarios.
Finalmente, el Gobierno Nacional en
lugar de normalizar el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados
y Pensionados tal como lo había dejado entrever en diciembre último,
decidió renovar la intervención del Instituto poniendo al
frente de su conducción a la diputada nacional del ARI, Graciela
Ocaña.
Tras la asunción de la legisladora al frente del Instituto, la
Federación Bioquímica solicitó con urgencia una entrevista,
pedido que aún no ha sido respondido, para tratar temas de vital
importancia para nuestro sector como los de la recomposición de
los valores capitarios y el pago de la deuda de siete meses, cuestión
que sigue en un terreno de indefinición total.
Con la designación de Ocaña en el Pami, el gobierno Nacional
llevó a cabo una jugada de evidente tono político, ya que
la diputada carece de conocimientos en la materia, aunque es de esperar
que si su gestión sirve para acabar con los nichos de corrupción
que subsisten en el Instituto, los fondos que se rescaten puedan volcarse
efectivamente a las prestaciones.
De todos modos, las autoridades de FABA tienen la intención de
denunciar ante Ocaña la persistencia de situaciones francamente
anómalas que surgen del sistema prestacional que se aplica a través
de las gerenciadoras, marco en el que enormes sumas de dinero del Pami
se pierden en una intermediación que, entre otras cuestiones, provoca,
que esas intermediarias paguen a los bioquímicos, según
los casos, exiguos valores capitarios que se ubican entre $ 1,30 y los
70 centavos.
Esta situación se da pese al incremento de dos pesos per cápita
concedido últimamente a las gerenciadoras, algunas de las cuales
aún siguen sin responder los reclamos de mejoras arancelarias entabladas
por la Federación Bioquímica.
Además, no debe perderse de vista que a partir de marzo próximo,
las gerenciadoras recibirán otros dos pesos de incremento capitario.
De esta manera, los anuncios públicos realizados por el anterior
interventor del Instituto, Juan González Gaviola, con respecto
a que desde enero se cambiaría el actual sistema prestacional eliminando
la figura de las gerenciadoras y contratándose directamente con
los prestadores, cuyos auténticos representantes son las entidades
como FABA, quedaron en la nada.
Por otra parte, en abril próximo se cumplirán ya dos años
de la deuda que de siete meses de prestaciones mantiene el Pami con los
prestadores, sin que hayan habido definiciones concretas sobre la forma,
el modo y la ocasión del pago de esos importantes fondos. La posibilidad
consignada en su momento por González Gaviola con respecto a que
la deuda sea liquidada con algún tipo de bonos oficiales, se ha
difuminado en los pasillos gubernamentales y nada se sabe al respecto.
Corrupción
En tanto, durante el mes de enero, Graciela Ocaña denunció
que existe un “núcleo muy duro de corrupción”
dentro de la mayor obra social de jubilados, a la vez que ratificó
que trabajará para eliminar esos focos para terminar con el viejo
Instituto que “no daba servicios y que sólo servía
para que algunos se llenaran sus bolsillos”. “Hay un núcleo
todavía muy duro de corrupción en el Pami”, afirmó
Ocaña, y adelantó los pasos a seguir durante su gestión
al ratificar que “trabajaremos para eliminar esos focos”.
Asimismo, la diputada del ARI adelantó que desde su gestión
al frente del Pami “ya estamos elaborando un plan para normalizar
a fondo” el organismo.Ocaña reveló no sentirse “presionada”
por ningún sector dentro del organismo: “a mí nadie
me presiona y yo no me siento presionada por nadie. No sé si alguno
lo habrá intentado, pero yo no lo sentí eso”, subrayó.
Además, la funcionaria confirmó que en “15 ó
20 días” tendrá terminado un “anteproyecto”
que contendrá pautas vinculadas al plan de normalización
de la obra social de los jubilados que, -antes del 30 de mayo-, las autoridades
del Instituto deberán elevar al gobierno de Néstor Kirchner.
“Antes del 30 de marzo -explicó Ocaña- tenemos la
obligación de presentar al Poder Ejecutivo un proyecto de ley a
fin de llevar adelante la normalización y las modificaciones que
deben hacerse”.
Al excusarse de abundar en mayores detalles sobre esta cuestión,
señaló que “estamos trabajando en ciertos borradores
que, básicamente, contemplan la libre elección de todos
los afiliados del Pami para que haya una verdadera participación
en la selección del futuro directorio”.
Sobre las permanentes denuncias sobre presuntas “mafias” existentes
en la obra social de jubilados y pensionados, la funcionaria reconoció
que “hay un núcleo todavía muy duro de corrupción
dentro del Instituto”.
Sin embargo, fue categórica al ratificar su propósito de
combatir todo tipo de irregularidades: “Estoy trabajando para darle
transparencia, eficacia y servicios al Pami y, fundamentalmente, para
eliminar esos focos de corrupción”.
No obstante, Ocaña dejó en claro que en el Instituto “también
existe una gran cantidad de trabajadores y de personal que está
dispuesta a llevar adelante eso que yo llamo la ‘causa nacional’
que es terminar con ese viejo Pami que no daba servicios y que solo servía
para que algunos se llenaran sus bolsillos”.
Finalmente, Ocaña insistió en destacar que entre las “muchas
cosas que falta por hacer en el Pami” resta el “establecimiento
del pliego de licitaciones, -que den por término a la intermediación-,
ese modelo de saqueo en la obra social”.
Frustran estafa
En otro orden, Graciela Ocaña, archivó los borradores de
unos pliegos que fueron repartidos antes de que se publicara el llamado
a licitación de los servicios de salud mental, lo que frustró
una estafa de ocho millones de pesos.
Con las sospechas de que varias copias habían salido del Pami antes
de que se concretara oficialmente el llamado a licitación, y con
la evidencia de que ese material en estudio había desaparecido
de la obra social, se dieron de baja los borradores que contenían
las condiciones del concurso.
Este proceso licitatorio del servicio de salud mental se encontraba en
una etapa inicial, ya que había comenzado en los últimos
cuatro meses de la gestión de Juan González Gaviola.
Este servicio a licitar, que alcanzaba a prestaciones de tratamientos
psiquiátricos e internaciones, tendría un costo estimado
era de unos 8 millones de pesos.
“Fue archivado porque eran tantas las irregularidades observadas
que, para evitar dudas y suspicacias, se tomó esa determinación”,
contó un vocero del Instituto, quien además adelantó
que Ocaña dispuso que se investigue a las personas de las cuales
se sospecha que participaron en la confección de los pliegos para
conocer por qué fueron distribuidos con antelación a las
que se les abrirá un sumario interno.
Si bien todavía no se conocen los nombres de los sospechosos en
esta maniobra, no descartan investigar a personas ajenas al Pami que hayan
sido contratadas en gestiones anteriores.
De acuerdo con el texto, los pliegos tenían un costo de 1000 pesos
y los prestadores interesados sólo podrían haber comprado
las bases una que vez que hubiera sido publicado el llamado a licitación.
Según pudo saberse, la investigación interna hará
foco en el Departamento de Salud Mental, donde se encuentran “mafias
que son de temer”, agregaron voceros cercanos a Ocaña.
Respaldo
A poco de su asumir la intervención del Pami, Graciela Ocaña
recibió el apoyo de los directivos de clínicas, sanatorios
y hospitales de capital nacional en su “esfuerzo por transparentar
y hacer más eficiente el organismo”, y respaldaron la política
del Gobierno nacional de avanzar en la reingeniería de la salud
pública.
Las prestadoras -integradas en la asociación Argentina Salud Comunidad-
conforman la red de atención en todo el país, por lo que
se manifestaron a favor de avanzar hacia una “reingeniería
institucional del sector salud”.
“Esa reingeniería permitirá restablecer, como un país
serio, el acceso pleno de la población a la salud”, sostuvieron
las entidades en el comunicado, en el que se elogió “las
señales que va dando el gobierno, como el plan de medicamentos,
el materno-infantil, el compromiso de normalizar el PAMI anunciado por
su nueva titular”.
Al respecto destacaron el compromiso de la funcionaria en “transparentar
el organismo haciéndolo cada día más eficiente”,
por lo que las prestadoras expresaron su “confianza” en la
flamante funcionaria al tiempo que señalaron su “apoyo al
actual ordenamiento del sistema sanitario”.
A través de un comunicado de prensa, los representantes de clínicas,
sanatorios, hospitales, aseguradoras y mutuales, entre otras pequeñas
y medianas empresas, resaltaron que “la red de prestadores, que
emplea a 800 mil personas, está al servicio de toda iniciativa
pública que garantice la atención de la población”.
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