A través de las décadas, mucho antes de la aparición del COVID-19, el virus Influenza se ha caracterizado por propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales (también llamada gripe estacional).
El virus se transmite con facilidad, de persona a persona, a través de gotículas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos, afectando principalmente la nariz, garganta, bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. Los síntomas tienen una duración aproximada de 7 días y se caracterizan por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea, malestar general importante, tos, dolor de garganta y rinitis. El período de incubación (tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la enfermedad) es de 48hs aunque puede variar entre 1 y 14 días.
Las personas con mayor riesgo de sufrir complicaciones por la enfermedad son los adultos mayores de 65 años, embarazadas, niños menores de 5 años y aquellos pacientes con enfermedades crónicas (cardíacas, pulmonares, renales, entre otras) así como también inmunosuprimidos (pacientes en quimioterapia, corticoterapia, HIV/SIDA, etc.).
Hay cuatro tipos de virus de la gripe estacional (A, B, C y D), siendo Influenza A y B los causantes de las epidemias. Los virus de gripe A son los más frecuentes y pueden clasificarse según sus proteínas de superficie H (Hemaglutinina) y N (Neuraminidasa). Las mismas reciben una numeración específica y conforman así la clásica nomenclatura “HN” (por ejemplo, H1N1, H2N3, H1N2, etc). Múltiples investigaciones se llevan a cabo año tras año a nivel mundial para poder entender más a estos virus y las enfermedades que generan.
En el año 2009, un brote de Influenza A H1N1 inició como Epidemia en EEUU y rápidamente se propagó por el resto del mundo, llegando a ser catalogada como Pandemia. Las bases de la enfermedad reiterada por estos virus radica en su amplia capacidad de mutar genéticamente, generando nuevas proteínas de superficie que no son reconocidas por el sistema inmune, haciendo que éste no pueda combatirlo de entrada. Dicho brote también recibió el nombre popular de Gripe Aviar o Gripe Porcina, debido a que fue en estos animales donde el virus adoptó las mutaciones que lo llevaron a generar una pandemia de semejante nivel. El genoma estudiado era parte porcino, parte aviar y parte humano, y por este motivo es que podía infectar a cualquiera de las tres especies. A diferencia del SARS-COV-2, el virus Influenza ya estaba siendo ampliamente estudiado y se disponía de información sobre su genoma y las bases de su biología molecular, motivo por el cual se logró controlar rápidamente la situación mundial creando una vacuna efectiva contra la cepa circulante.
Todos los años se realiza un proceso de vigilancia epidemiológica, en el que son identificadas dichas proteínas para poder crear una vacuna que sea administrada a los grupos de riesgo, y así disminuir las complicaciones generadas por la enfermedad. En este año 2022, la cepa circulante identificada hasta el momento, es la Influenza A H3N2, aunque las investigaciones aún no finalizan.
Ante la sospecha médica, desde el laboratorio se pueden disponer de diferentes técnicas para la identificación de estos virus respiratorios. En primer lugar, se puede realizar un test rápido basado en Inmunocromatografía para la detección de Influenza A y B que arroja resultados confiables en 1 hora. Otras metodologías realizadas con el mismo fin pueden ser la Inmunofluorescencia Directa, o el FilmArray. Ambas permiten la detección no sólo de Influenza A y B, si no también de otros virus respiratorios, como por ejemplo Parainfluenza 1, 2 y 3, Virus Respiratorio Sincicial, Adenovirus y Metapneumovirus.
Particularmente, la técnica de FilmArray consta de un proceso de Multiplex PCR, en el cual se identifica la Influenza de forma rápida y efectiva, con alta sensibilidad y especificidad. Estametodología ofrece también la posibilidad de detectar COVID-19, pudiendo determinar aquellos pacientes infectados con FLUORONA (Sars-Cov-2 + Influenza A). Además, no sólo permite la identificación de virus respiratorios, sino también de infecciones bacterianas causantes de neumonías atípicas complicadas.
Es importante mantener las medidas de higiene adecuadas como:
● Lavado correcto de manos.
● El uso de alcohol en gel.
● La vacunación en caso de pertenecer al grupo de riesgo.
● Evitar el contacto cercano con personas que estén enfermas.
● Taparse, con el codo, la boca y nariz en caso de toser o estornudar
Fuente
- https://www.argentina.gob.ar/salud/vacunas/antigripal
- https://espanol.cdc.gov/flu/symptoms/index.html
- https://www.sadi.org.ar/rss/item/1504-alerta-epidemiologica-circulacion-de-influenza-encontextode-
la-pandemia-de-covid-19
- https://www.elsevier.es/es-revista-revista-argentina-microbiologia-372-articulo-diagnostico-virus-respiratorios-utilizando-un-S0325754115000036
- https://www.cdc.gov/flu/pandemic-resources/2009-h1n1-pandemic.html