Contrastantes aristas
en el convenio con PAMI
Mientras el Instituto paga en tiempo y forma las cápitas e incrementó su valor, se profundizan los retrasos para abonar las tasas de incentivo.
El Instituto viene pagando las cápitas en tiempo y forma, y al cierre de esta edición de FABA Informa se estaba abonando el mes de septiembre. Asimismo, la obra social reconoció un incremento de cara al aumento de sueldo conseguido por los trabajadores del gremio de la Sanidad, entre ellos, los empleados de laboratorio.
Sin embargo, al mismo tiempo se profundizan los graves atrasos de los pagos de las tasas de Incentivo en varias Unidades de Gestión Local, adeudándose en algunos casos liquidaciones correspondientes incluso a 2007 y varias del año pasado. Estos atrasos se deben a las denominadas "auditorías de real prestación" que el PAMI realiza y que quedan congeladas en el tiempo sin que el Instituto se expida, aparentemente atrapadas en un mar de boletas, comprobantes y otros documentos que las UGLs piden a los distritos de FABA. Y hasta que la auditoría no se expida, el pago de las tasas de incentivo no se concreta.
Considerándose conjuntamente los valores capitarios y las Tasas de Incentivo se llega a un arancel profesional aceptable, pero si en alguno de los dos términos de la ecuación, en este caso el segundo, se registran irregularidades como los graves retrasos de los pagos, los números ya no cierran.
Según las zonas de la Provincia y la preeminencia de algunas determinaciones, hay laboratorios que trabajan, por lo menos, sin margen alguno de utilidad cubriendo apenas los gastos de los insumos.
Hasta el momento han sido infructuosas las gestiones de la Federación Bioquímica para sostener una reunión con las autoridades centrales del PAMI para analizar la posibilidad de instrumentar canales y mecanismos que terminen con esta situación de injusticia.
Enorme burocracia
La burocracia que el Instituto ha armado en torno de las auditorías pareciera ser un mecanismo con el objetivo de esquivar pagos y reducir el gasto.
El sistema funciona de la siguiente manera: cada mes, todo bioquímico de la Provincia remite a FABA, por Internet, el detalle completo de las prestaciones brindadas en ese período a cada afiliado del PAMI atendido. Puede ser que al cargarse las prácticas realizadas se produzca algún error sin mala intención en los números de los códigos de las prestaciones. Entonces, el Instituto inicia auditorías y pide boletas y otros comprobantes. Si se advierte que existe aunque sea un sólo y leve factor que no concuerde, se remite la documentación al PAMI central, desde donde, al tiempo, se le indica a la UGL que pida otra documentación y así la rueda comienza a dar otro giro interminable ya que, como se dijo, en algunos casos hay atrasos de 24 meses o más.
Lo importante sería que el PAMI, por intermedio de su conducción central tomara debida nota de esta situación de boca de los propios profesionales bioquímicos afectados, para lo cual es imperioso insistir en la necesidad de que con urgencia se conceda una entrevista con las autoridades de la Federación Bioquímica para acordar un mecanismo más ágil y un procedimiento homogéneo en toda la provincia para las auditorías.
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