Distrit o VIIII
Duelo por el bioquímico Héctor Crispiani
Nota publicada en el periódico Acción Regional de la ciudad de Las Flores el sábado 12 de diciembre de 2015

El miércoles 9 de diciembre partió don Héctor Gaspar Crispiani, uno de los primeros bioquímicos que tuvo Las Flores y que, amén de la labor profesional, fue docente de centenares de alumnos en las escuelas Normal, Técnica y Dante Alighieri.
Como autodidacta, este profesional nacido en Pergamino, abrió un abanico de conocimientos que lo introdujeron en las Ciencias Naturales, conjugando sus vocaciones en la Paleontología, Botánica y Astronomía, como marcaba hace un tiempo la profesora Nora Genaro en estas páginas. Así, en el año 1971 y con algunos objetos obtenidos junto a compañeros de ruta, Crispiani fundó el Museo de Ciencias Naturales, teniendo a la Paleontología como base. Las ganas de trabajar llevaron a la importante extracción de fósiles, lo que significó investigar, clasificar, armar, tomar contacto con otros museos y científicos...
Y el Museo que funciona en la Dirección Municipal de Cultura -segundo en importancia en la provincia de Buenos Aires- creció y acumuló otros elementos que lo complementan.
El camino no fue fácil, porque no siempre se logra lo que se ambiciona; pero el Museo está y sigue cumpliendo la función de enseñar y aprender, como destacaba Nora. El Jardín Botánico, enclavado en Pte. Perón y Pueyrredón, fue otro de sus logros -en 1979- luego de descubrir el terreno baldío frente al Barrio Obrero, puso manos a la obra, previa autorización municipal, en ese espacio que lleva su nombre.
Siguió siempre estudiando, trabajando para esta comunidad a la que hizo suya desde que pisó estas tierras. Llevó el Museo ambulante por escuelas rurales, con observaciones en telescopio o microscopio.
También fue escritor, autor de los libros Fauna Fósil y Jardín Botánico de Las Flores, pero también de textos vinculados a personas destacadas de la ciudad e historia lugareña.
Recientemente –hace menos de un mes- donó 38 ejemplares de su autoría a otras tantas escuelas primarias del distrito, que refieren a "Algunas vidas florenses de Ayer y de Hoy", junto a un prospecto con "Acontecimientos históricos acaecidos antes de la fundación de nuestro Pueblo". El primero reúne 300 citas biográficas y 100 biografías con el aporte de las personas citadas en él y allegados, además de la colaboración de Noelia Lómez, Nora Genaro y Ezequiel Milicich.
Con la honestidad que lo caracterizaba, Crispiani, refiriéndose a ese material que entregó a la inspectora Laura Caraminola, señalaba que los dos envíos son "muy modestos e incompletos", marcando que estaba preparando "un segundo tomo para completar biografías, pero hechos (ambos trabajos) con el profundo deseo de ser útil a nuestro pueblo".
Y así fue realmente, inteligente, sabio, un trabajador incansable por y para Las Flores, en el sentido más acabado de la palabra.Por eso y como no podía ser de otra manera, en la tarde del jueves, el cortejo fúnebre se detuvo en dos lugares particularmente importantes, el Museo de Ciencias Naturales Florentino Ameghino y el Jardín Botánico, dos espacios fundados por él que llevan su nombre, aunque en el primer caso, la sala principal.
Gracias Héctor Gaspar. Crispiani. Descanse en paz.
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