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El lema 2017 de la OMS: Eliminar la hepatitis

Para la OMS, el 28 de julio de 2017, ofrece la oportunidad de impulsar todas las iniciativas para aplicar la primera Estrategia mundial del sector de la salud contra las hepatitis víricas, 2016-2021, y ayudar a los Estados Miembros a conseguir el objetivo final: eliminar la hepatitis. Las actividades de sensibilización de este día pretenden, entre otros aspectos, potenciar el compromiso político, dar a conocer las respuestas nacionales a la hepatitis que se están empezando a utilizar en países con una carga elevada de esta enfermedad, o alentar la acción y la colaboración de personas, asociados y el público en general.
La eliminación de la hepatitis viral ha pasado a ocupar un lugar muy importante. En la 69ª Asamblea Mundial de Salud en Ginebra, 194 gobiernos adoptaron la Estrategia Mundial contra la Hepatitis Viral de la OMS, la cual tiene el objetivo de eliminar las hepatitis B y C en los próximos 13 años. La comunidad ha respondido lanzando el NOhep, el primer movimiento mundial para eliminar la hepatitis viral antes del 2030.

FABAINFORMA dialogó con el Dr. Jorge González, Bioquímico Jefe del Servicio Hepatitis y Gastroenteritis, del Departamento de Virología del Laboratorio Nacional de Referencia del Instituto Malbrán, quien se refirió a las iniciativas propuestas para difundir el tema de la prevención de las hepatitis en el país, señalando que uno de los mayores desafíos es “eliminar la hepatitis C sin el uso de vacunas”, en clara referencia al éxito de las últimas drogas antivirales muy específicas que alcanzan un 95 a 98% de eficiencia.
Y –agregó– la ventaja de estas últimas drogas es que son de administración oral (1 o 2 comprimidos diarios) y un tratamiento de tan solo 3 meses. Y la tasa de respuesta es casi del 100%. Y además –enfatizó– lo inédito es que se elimina el virus a diferencia de otras infecciones virales como el HIV o la hepatitis B en la que el tratamiento controla la infección y debe ser aplicado de por vida”.
Además señaló González que el tratamiento puede ser administrado en cualquier etapa de la infección desde el estadío F0 (sin lesiones hepáticas) hasta el F4(cirrosis previa al trasplante).
Sin embargo destacó la importancia de la detección precoz. “La detección precoz es lo más deseable y los pilares básicos son la detección, el cuidado del paciente y el tratamiento”.
En referencia al cuidado del paciente González aclaró lo crucial de la preparación del paciente antes de implementar el tratamiento. “Preparar al paciente significa completar su inmunización si fuera necesario contra hepatitis A y B, mantener controles periódicos y en caso de ser necesario por sobrepeso u obesidad someterlo a dieta porque se sabe que la obesidad no es buena para la hepatitis C y cada vez más se la relaciona con enfermedad metabólica, resistencia a la insulina y componente nervioso”.
Sin embargo, ante estas buenas noticias hay otros aspectos que empañan estos logros. En primer lugar–señala González– está la barrera económica a pesar de ser muy efectivos son tratamientos caros y en segundo término que la infección no presenta síntomas, es una enfermedad silenciosa y por lo general se llega tarde al diagnóstico porque el paciente acude a la consulta cuando ya está instalada la cirrosis.
“Otro de los aspectos que atentan contra la eficacia de un tratamiento es la adherencia al mismo y la posibilidad de generación de resistencia a esos tratamientos largos de la infección crónica”.
En referencia a la situación de la Argentina, González aclaró que “los cinco virus de la hepatitis –A, B, C, D, y E– circulan en nuestro país aun que los de mayor número son los A, B y C”. Y –agregó– con la aplicación de la vacuna contra la hepatitis A a partir de 2005, ha disminuido enormemente la infección registrándose en 2004 de 40.000 a 50.000 casos por año y en 2016 de 20 a 30 casos/año, casos que por lo general son pacientes extranjeros de países limítrofes que no están vacunados”.
En cuanto a la infección por hepatitis B y C “seguimos teniendo casos porque es una enfermedad asintomática”, dijo.
Desde noviembre de 2000 la vacuna para la hepatitis B fue incorporada al calendario de vacunación del recién nacido.
En 2003 el calendario la indica para varones y mujeres de 11 años de edad para completar planes incompletos.
En 2012 se adopta el criterio de vacunación universal para hepatitis B a partir de los 20 años de edad. “Sin embargo, a pesar de que hay buena disponibilidad de vacunas en la adolescencia no es tan buena la cobertura, y el grupo mas difícil de vacunar es el adulto”, dijo González.
Pruebas de laboratorio
Para González, el rol del laboratorio es fundamental porque aporta a identificar infectados.
“Todo individuo debería hacerse un test para hepatitis C. Habría que ir por el screening universal porque es una infección asintomática y las posibilidades de contraer la infección no solo es por el consumo de drogas sino por prácticas médicas invasivas no segura que pueden ocurrir por falta de material descartable o por inadecuado lavado de manos en ambientes hospitalarios”, señaló el especialista del Malbrán.
González coincidió con el planteo de la OMS para trabajar en cuatro ejes principales de un programa global para darle batalla a las hepatitis y que consiste en:

1) Movilizar recursos, y generar alertas a la comunidad
2) Tener datos propios para implementar políticas que se ajusten a esos datos
3) Prevenir la infección. Capacitar a los recursos humanos
4) Screening, cuidado médico y tratamiento.

ELIMINE LA HEPATITIS

En el Día Mundial contra las Hepatitis de 2017 la OMS hace un llamamiento a los formuladores de políticas, los profesionales sanitarios y la población para reforzar la dinámica y acelerar el progreso hacia el objetivo final de conseguir la eliminación de las hepatitis virales antes del 2030.
La Organización insta a las personas a que se informen sobre la infección, tomen medidas positivas para saber si están infectadas mediante la realización de pruebas, y busquen tratamiento para reducir las muertes evitables por estas infecciones prevenibles y tratables.
Habrá actividades en todo el mundo para mejorar los conocimientos de la población sobre el riesgo de hepatitis y mejorar el acceso a los servicios de diagnóstico y tratamiento. En nuestro país se organizan actividades gratuitas en todo el territorio.
González comentó que“ el viernes 28 de Julio de 10:00 a 14:00 hs, en el marco del DÍA MUNDIAL DE LAS HEPATITIS VIRALES y la campaña internacional “Hepatitis Zero” se realizó una jornada gratuita de concientización, prevención y detención para la comunidad con pruebas rápidas y gratuitas de Hepatitis B y C en la Avenida Brasil y Lima, frente a la estación Terminal de Constitución”. Esta jornada estuvo organizada por el Laboratorio Nacional de Referencia para Hepatitis Virales del INEI perteneciente al ANLIS (Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud) y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con el apoyo de Hepatitis Zero World Eradication Project y el Rotary Club Internacional quienes facilitaron los test para la realización de los muestreos.

Programa Nacional y vacunación

Desde el año 2012, el Ministerio cuenta con el Programa Nacional de Control de las Hepatitis Virales, a través del cual se acciona en materia de promoción, prevención y de capacitación especializada sobre el tema para equipos de salud.
La vacuna contra la hepatitis A forma parte del Calendario Nacional de Inmunizaciones para los niños de 1 año, o niños que nacieron a partir de 2005 (en el caso de no haberla recibido al año de edad). También para los grupos de riesgo previa evaluación médica.
Desde 2000, la vacuna contra la hepatitis B fue incorporada al Calendario Nacional de Vacunación pero sólo para los recién nacidos. Y desde 2012 el Estado Nacional universalizó la vacuna contra la hepatitis B. También desde el año 2012 la medicación para tratar este tipo de hepatitis es gratuita y universal en todos los hospitales y centros de salud del país.