Un nuevo marcador sanguíneo para metástasis de cáncer mamario

Molecular and Cellular Proteomics DOI: 10.1016/j.mcpro.2022.100435 https://doi.org/10.1016/j.mcpro.2022.100435

Niveles elevados de la proteína Lamp2 en glóbulos rojos pueden predecir el riesgo metastásico de esa patología oncológica.

El equipo que lidera la Dra. Clotilde Costa en la unidad mixta Roche-CHUS del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), acaba de publicar un estudio en la revista Molecular and Cellular Proteomics que demuestra que los niveles de la proteína Lamp2 en glóbulos rojos son significativamente más elevados en pacientes con cáncer de mama avanzado o metastásico.

El hallazgo es trascendente, porque no existe ninguna prueba que aporte información de manera temprana sobre el riesgo de metástasis, que es responsable de nueve de cada diez muertes.

“Creemos que el marcador Lamp2 puede ser una herramienta útil para el oncólogo en el manejo del paciente”,
señala Clotilde Costa.

La idea es que en la monitorización del paciente se incluya esta prueba para detectar cuanto antes una posible metástasis, lo que sería muy sencillo pues el marcador se obtiene a través de un análisis de sangre.

Una detección temprana en la evolución de la enfermedad permitiría instaurar cambios hacia un tratamiento específico de metástasis que mejorase el pronóstico.

Pero el estudio tiene otro valor añadido, que apunta a una posible nueva línea de investigación. “Los glóbulos rojos aparecen en la ecuación de la metástasis porque por primera vez se descubre que son diferentes”, destaca Costa.

Tradicionalmente se ha visto a los eritrocitos como transportadores del oxígeno y estudios recientes desvelaron que tienen otras funciones adicionales como células reguladoras en la circulación. La investigación del IDIS demuestra una relación con el cáncer y la metástasis.

El mismo equipo científico de esa unidad mixta lleva años trabajando en un proyecto con células tumorales circulantes, y fue haciendo cultivos de esas células que surgieron las primeras pistas:

“Al aislarlas nos llevábamos unos glóbulos rojos que no deberían estar ahí. Su presencia se correlacionaba, además, con peor pronóstico, lo que nos hizo plantearnos que quizás no eran iguales que los de las personas sanas”.

La investigación se realizó con muestras de 53 pacientes con cáncer de mama en distintos estadios y 33 donantes sanos, recogidas en el Hospital Clínico de Santiago de Compostela. Se estudió la composición de proteínas de los glóbulos rojos mediante técnicas de proteómica, lo que permitió identificar este biomarcador potencial de enfermedad metastásica.

Los resultados revelaron que los pacientes con una expresión elevada de la proteína Lamp2 sufrían una progresión más rápida de la enfermedad, más recidivas en menos tiempo y una supervivencia menor.

No obstante y aunque esta proteína por sí sola es capaz de discriminar a pacientes con metástasis, los investigadores han desarrollado un modelo de predicción más amplio que incluye otros dos parámetros: el hematocrito y el RDW.

El siguiente paso es hacer una validación con una muestra más amplia de pacientes.

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