Se
hunde la Salud ante
la pasividad gubernamental
Declaraciones voluntaristas en un marco cada
vez más complicado.
El Hospital de Clínicas como imagen de una debacle que el
Gobierno Nacional
se empecina en desatender.

En noviembre la noticia causó estupor pero no hizo más
que confirmar lo
que desde estas páginas se ha venido advirtiendo: “la
Superintendencia
de Seguro de Salud de la Nación confía en que el aumento
en los salarios
y el mayor número de puestos de trabajo impacten positivamente
en las finanzas de las obras sociales gremiales y permitan una mejora
en el pago
a los profesionales, sin afectar el bolsillo de los afiliados”,
señaló un cable
de la agencia Télam.
Ante la gravísima desfinanciación del sistema el titular
de la Superintendencia, Héctor Capaccioli, tras reunirse
con integrantes del Consejo Consultivo de Salud de la Confederación
General del Trabajo (CGT) para supuestamente abordar la difícil
problemática sanitaria, formuló esas declaraciones
que no hicieron más que ratificar el ¿rumbo? que el
Gobierno Nacional tiene en materia de Salud, es decir, la zozobra.
Capaccioli directamente dijo que el gobierno no actuará y
no demasiado elípticamente aludió a unas supuestas
fuerzas de mercado: mayor sueldo, mayor ingreso de obras sociales,
mayor pago por las prestaciones.
Lo único que es realmente mayor es la penuria de los prestadores
y la ingenuidad del superintendente del área.
Claro que el encuentro se realizó en el marco de los intentos
oficiales
por evitar aumentos en los servicios de salud, especialmente en
aquellos
que brindan las empresas de medicina prepaga y no para mejorar la
salud
de la población ni las paupérrimas retribuciones de
los prestadores.
Las obras sociales sindicales y nacionales son más de 300
y aglutinan
a 14 millones de afiliados, según se consignó.
La idea de la Superintendencia es que una eventual modificación
de los aranceles "no afecte el bolsillo de la gente".
Pero además, el funcionario aseguró que también
confía en la posibilidad
de que el Gobierno Nacional llegue a un "acuerdo" con
las empresas de medicina prepaga para mantener los precios hasta
fines de 2007.
Capaccioli recordó que la Secretaría de Comercio Interior,
a cargo
de Guillermo Moreno, está haciendo un análisis de
costos sobre el tema, después de que la ministra de Economía,
Felisa Miceli, advirtiera que no aceptará los incrementos
pretendidos por las empresas.
"Entendemos que la razonabilidad de que no se puede castigar
con un aumento del 30 por ciento a estos sectores medios va a ser
que lleguemos
a un punto de acuerdo, que va a ser cuidar el bolsillo de los usuarios",
dijo el funcionario en declaraciones radiales.
"Para el año que viene -dijo Capaccioli- hay una posición
de las empresas
de reclamarle a los afiliados aumentos que van del 20 al 30 por
ciento, (pero) está la posición del Estado de decir
que esos aumentos no son de ninguna manera justificados y que deben
pasar por Comercio Interior para que
se haga una análisis de su costos".
"Para darle tranquilidad al millón y medio de argentinos
que son usuarios
de medicina prepaga, de acá al mes de enero vamos a llegar
a un acuerdo donde se van a privilegiar los intereses de los usuarios
y que el financiamiento de la medicina prepaga no recaiga únicamente
en el bolsillo de la clase media, que es la principal usuaria",
indicó.
El Clínicas,
la imagen
Como imagen emblemática de la desatención oficial
de la Salud surgió
a fines de noviembre el conflicto del Hospital de Clínicas.
Fue necesario que para que esta lamentable bomba de tiempo estallara
la televisión mostrase imposibles imágenes que ni
siquiera se ven en los atestados hospitales de Bagdad. Otrora orgullo
nacional y sede de la enseñanza médica de excelencia,
este nosocomio hoy sucumbe ante una política oficial que
sólo parece cambiar de caras pero no de vicios.
Los funcionarios nacionales se siguen ufanando de superávits
de recaudación, fiscales y de intercambio comercial con el
exterior, pero no explican qué se hace, además de
saldar por anticipado la deuda con el FMI y subsidiar a las calamitosas
empresas ferroviarias, con esos cuantiosos fondos extras.
El director del Hospital de Clínicas, Angel Alonso, afirmó
que a ese centro asistencial le faltan 18 millones de pesos para
mantener un normal funcionamiento. Muchos se preguntan si el Estado
no está en condiciones
de realizar ese aporte tal como es su obligación. No se trata
de una decisión política como en el caso de los trenes
u otros renglones de la actividad económica, sino con el
cumplimiento de velar por la salud del pueblo
con una aceptable atención y una buena preparación
de los médicos.
"El hospital necesita 4 millones de pesos mensuales para sostenerse.
El presupuesto anual es de 30 millones", señaló
Alonso. El directivo advirtió además que "desde
el 1 de junio para acá la Universidad de Buenos Aires apoyó
al hospital con 2.220.000 pesos. Esta es una cuestión matemática,
no política", advirtió Alonso, al evaluar la
grave situación presupuestaria
del centro de salud.
Por su parte, los trabajadores del Hospital de Clínicas nucleados
en ATE afirmaron que el centro asistencial necesita de una “inyección”
de cien millones de pesos para normalizar su atención a partir
de los trabajos que deben realizarse en su infraestructura.
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