Medir la cintura materna para prevenir
el síndrome metabólico en los hijos
Un estudio hecho por pediatras argentinos a 620 niños y sus respectivas madres en escuelas porteñas reveló que la cintura materna es el mejor indicador de síndrome metabólico en los hijos.
El estudio llevado a cabo por un equipo liderado por la doctora Valeria Hirschler, médica pediatra y especialista en nutrición y diabetes del Hospital Durand y recientemente publicado en la revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, ha encontrado la respuesta a un interrogante clave: cómo predecir el síndrome metabólico en los niños.
Según los especialistas la prevención del síndrome metabólico (SM) requiere de la comprensión de los determinantes durante la infancia. Por tal razón, se abocaron a determinar la asociación entre los componentes de este síndrome en niños en edad escolar y sus madres. Para ello, sometieron a 620 alumnos primarios de tres escuelas primarias porteñas, de 6 a 13 años, y a sus madres a análisis de laboratorio para dosar glucemia, insulina y perfil lipídico, además se tomaron las medidas de circunferencia de cintura, presión arterial, y cálculo del índice de masa corporal. Los especialistas definieron la obesidad central cuando la circunferencia de cintura superaba el 75 percentilo en niños sobre la base de un estudio previo realizado en 5.000 niños normales. Y para las madres cuando era mayor de 88 centímetros.
La conclusión del estudio señala que la circunferencia de cintura de las madres fue un fuerte predictor del síndrome metabólico de sus hijos, coincidiendo esto con observaciones anteriores que destacaban la asociación de obesidad entre padres e hijos.
Según Hirschler, el factor prevalente en las madres fue la obesidad central con un nivel muy bajo de actividad física y por ende con muy bajos niveles de HDL. Sin embargo, los valores bajos de HDL y elevados de triglicéridos estuvieron más presentes entre los niños que en las madres.
Del total de niños examinados el 15% presentaba obesidad central, el 17,4% sobrepeso, y el 67,3% fueron normales. Mientras que del total de madres el 18,1% presentaban obesidad, 29,5% sobrepeso y 52,4% eran normales. La prevalencia de SM en niños fue del 10.8% y en madres del 11%. La prevalencia de obesidad central en madres de niños sin el síndrome fue menor que en madres con niños con SM. Los valores promedios de los componentes del SM fueron significativamente menores en las madres cuyos niños no presentaban el síndrome.
La doctora Hirschler destacó que "midiendo la circunferencia de cintura de la madre podemos prevenir de alguna manera el síndrome metabólico del niño, anticipándonos y yéndolo a buscar."
La obesidad: una epidemia
En los últimos 30 años ha aumentado la obesidad en forma epidémica y, en nuestro país -señaló Hirschler- tenemos una prevalencia de la afección muy semejante a la de los Estados Unidos. Además, la especialista destacó que si bien puede existir una predisposición genética a padecerla, fundamentalmente se debe a factores ambientales, hallándose una relación inversa entre nivel educacional y obesidad. La autora del trabajo explicó que "cuánto menos instruida está la madre menos asocia a la obesidad con enfermedad".
Ante este cuadro de situación surgen las recomendaciones de los pediatras y nutricionistas: incentivar a la familia a que haga actividad física, aunque más no sea caminatas. Introducir más frutas y verduras en la dieta. El niño debe tomar al menos tres vasos de leche diarios. Evitar el consumo de jugos artificiales y gaseosas, o bien dejarlos para el fin de semana. No consumir comidas ricas en grasas y frituras y disminuir la ingesta de golosinas. "Cuánto más natural es la comida, menos riesgo para la salud", enfatizó Hirschler.
Un problema de la salud pública
La obesidad infantil constituye un problema creciente de salud pública a nivel mundial. El sobrepeso en niños y adolescentes se asocia a un conjunto de alteraciones metabólicas, cuya presencia se relaciona con un aumento significativo del riesgo de padecer diabetes, enfermedad coronaria y cerebrovascular transformándose en un factor de riesgo de morbimortalidad en la vida adulta. Según diferentes publicaciones, los niños con síndrome metabólico tienen mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
Varios países europeos están preocupados por la epidemia de obesidad que asola a sus comunidades, y evaluando las consecuencias para los sistemas de salud, los gobiernos ensayan aplicar estrategias que van desde incentivos hasta medidas educativas para evitar que el mal siga creciendo.
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